Si tienes planificado realizar reformas en el hogar, y has pensado en todos los detalles de decoración, mobiliario y más. Entonces, también debes de pensar en la iluminación. Y es que, si bien es cierto que tanto la luz directa y luz indirecta tienen como principal objetivo iluminar ciertas áreas o zonas del hogar, el efecto no es el mismo dependiendo del modo de luz.
En particular, para un proyecto de iluminación, se manejas los conceptos de luz directa y luz indirecta que en términos generales son muy sencillos de entender; pero, solo un verdadero profesional conoce todo sobre los verdaderos efectos y resultados del uso de cada uno de estos tipos de modos de luz.
Qué son la luz directa y luz indirecta en iluminación de interiores
Específicamente, la luz directa se entiende como aquella forma de iluminación en dónde la fuente de luz se esparce directamente sobre un objeto o área que se desea iluminar. Mientras que la luz indirecta, tal y como el nombre lo indica, se esparce de forma indirecta, tal vez rebotando en alguna otra superficie u objeto, generando un efecto un poco más armonioso y difuminado.
En sí, las principales desventajas de estas formas de iluminación, se centra en que la primera puede llegar a deslumbrar a aquellas personas que se encuentran cerca de la zona que se desea iluminar. Entre tanto, la segunda puede genera una exposición de la luz esparcida y sin definición.
De tal forma, para obtener el efecto deseado, es necesario conocer qué tipo de luz se ajusta para cada área del hogar.
También, la selección de la pintura juega un papel primordial en los efectos de la luz. Incluso, es necesario reconocer el tipo de sensaciones que se desean plasmar entre las personas que conviven en un mismo espacio. Así, te damos algunos consejos de cómo utilizar cada modo de luz en un proyecto de iluminación.
Cómo se ajusta mejor el uso de cada modo de luz en un proyecto de iluminación
Primero que nada, hay que identificar qué tipo de luz es ideal para cada área del hogar. De tal forma, para baños, áreas como el estudio, librerías, cocinas y para alumbrar cuadros y objetos específicos es mucho mejor el uso de la iluminación directa.
Por otro lado, si el espacio es amplio y compartido, como es el caso de dormitorios, salones y recibidores, lo mejor es el uso de la luz indirecta para generar un ambiente más armonioso y de sensación de uso de una luz natural.
También, para este tipo de espacios, se recomienda el uso de pinturas y tapizados con tonos claros, permitiendo reflejar la luz y aprovechar al máximo la iluminación indirecta.
De igual forma, van a haber momentos en que se puedan combinar estos dos modos de iluminación (esto, dependiendo del área del hogar). Pero, para aplicar este tipo de conceptos se deben de reconocer los puntos fuertes de cada forma de iluminación y así reducir al mínimo los inconvenientes por el uso de cada modo de luz.
A, para uso de luz directa, se recomienda el empleo de un sistema de iluminación que brinden una potencia perfecta dependiendo la necesidad de cada área o zona del hogar, para dispersar la luz de forma equilibrada en cualquier dirección.
En cuanto a la luz indirecta se deben de considerar ciertos conceptos en decoración y efectos de armonía. Así, se cuenta con gran cantidad de lámparas y hasta tiras LED que pueden ubicarse en punto estratégicos que resaltaran lo que tu desees. En tanto que al combinarse con la iluminación directa se puede obtener un efecto un tanto difuso o de semi-indirecto, previniendo cualquier forma de deslumbramiento.