A la hora de elegir el flexo de escritorio ideal para nuestro nuestro hogar u oficina, debemos tener varios factores en cuenta que os vamos a explicar a lo largo de este artículo.
Recuerda que en Lamparicas llevamos más de 40 años en el sector de la iluminación, por lo tanto no te preocupes, estas en buenas manos.
Una vez comienzas la búsqueda de lámparas de escritorio te pueden surgir muchas dudas, el tipo de luz, el tamaño, el material, el color, el presupuesto que debemos destinar al mismo, etc… ¡Vamos a resolverlas todas!
Antes de todo piensa que la elección de esta lámpara no solo mejorará tu salud visual y bienestar, sino que también va a optimizar tu espacio de trabajo y tu productividad.
¿Por qué es importante elegir el flexo de escritorio correcto?
- Salud visual: Un buen flexo ayuda a evitar la fatiga ocular, ya que proporciona una iluminación adecuada para leer, escribir o trabajar en el ordenador sin forzar la vista. La luz suave y bien distribuida reduce el riesgo de sufrir dolores de cabeza o molestias oculares, sobre todo en sesiones largas de trabajo.
- Postura ergonómica: La correcta colocación de la luz influye en tu postura. Un flexo ajustable te permite orientarlo según tus necesidades, ayudando a reducir la tensión en el cuello y los hombros. Una luz mal posicionada puede generar incomodidad y hacer que te inclines o te acerques demasiado a la mesa.
- Productividad: Un flexo adecuado mejora el ambiente de trabajo al proporcionar la cantidad justa de luz. Esto te permite concentrarte mejor, ya que evitarás distracciones provocadas por sombras o luces demasiado brillantes. Una iluminación bien distribuida aumenta la eficiencia y te permite trabajar más cómodamente durante más tiempo.
- Eficiencia energética: Elegir un flexo con tecnología de bajo consumo, como luces LED, puede contribuir a reducir el gasto energético y ser una opción más ecológica. Además, las bombillas LED tienen una vida útil más larga, lo que también implica menor mantenimiento.
- Ambiente y estética: Además de sus aspectos funcionales, un flexo también tiene una función decorativa. Un diseño adecuado puede complementar el estilo de tu espacio de trabajo, mejorando la estética del escritorio y contribuyendo a un ambiente más agradable.
Tipos de flexos y lámparas de estudio: ¿cuál es el mejor para ti?
Piensa primero en la comodidad visual, si el uso va a ser estudio y/o trabajo, tanto para adultos como para los peques de la casa. El flexo lo vas a usar durante muchas horas al día, por ello elige el adecuado que te permita ajustar la luz de manera que se minimicen las sombras y deslumbramientos, lo que mejora la visibilidad. De este modo evitarás fatiga ocular y cansancio visual.
Dirige la luz al lugar adecuado, no tenemos que iluminar la habitación, solo tenemos que elegir un flexo que ilumine la zona de lectura con una luz suave que nos permita controlar sin esfuerzos lo que estamos leyendo.
Una buena lámpara de estudio evita distracciones, nos permite centrarnos de mejor modo en lo que estamos haciendo. Seleccione un flexo que permita ajustarse y sea flexible para mover la luz donde queramos
Optar por una lámpara escritorio LED no solo es una opción más ecológica, sino que también es más eficiente en términos de consumo energético y durabilidad. Además, los LED proporcionan una luz constante y no generan calor, lo que es una ventaja en espacios pequeños o cerrados.
El diseño del flexo también juega un papel importante en la decoración de tu espacio de trabajo. Un buen flexo puede complementar el estilo de tu escritorio y crear un entorno más agradable y organizado, lo cual contribuye a tu bienestar general.
Esta compra es una inversión en tu bienestar físico y mental mientras trabajas.
¿Qué tipo de luz necesitas para estudiar o trabajar?
La temperatura de color de la luz afecta tu energía y concentración. Se mide en Kelvin (K) y puede variar desde tonos cálidos hasta fríos. Para estudiar o trabajar, lo ideal es:
- Luz blanca fría (4000K a 6000K): Este tipo de luz simula la luz natural del día y es la mejor para mantener la concentración y la alerta. La luz fría es más estimulante y favorece la productividad, especialmente en tareas que requieren alta concentración, como leer, escribir o trabajar en el ordenador.
- Luz blanca cálida (2700K a 3000K): Aunque no es tan recomendable para tareas que exigen atención constante, la luz cálida es más relajante y puede ser útil en situaciones de menor intensidad, como para estudiar por la noche si necesitas relajarte, o para tareas más creativas o menos exigentes.